Implementar una plataforma de gestión energética

Comenzar a ahorrar en los consumos energéticos de una organización es una decisión que se toma por diferentes motivos. Estos suelen ser la búsqueda de ahorros energéticos y sus correspondientes reducciones de costes al mismo tiempo que se cuida el medio ambiente y se reduce la huella de carbono de la organización. De manera que un software energético es muy beneficioso en la gestión de cualquier organización, al mismo tiempo que su uso refuerza la parte de responsabilidad social empresarial o corporativa (RSC) y el compromiso con el medio ambiente.

 

El mercado ofrece múltiples soluciones con las que trabajar, por lo que una vez que se decide dar el paso hacia la monitorización o gestión energética, hay que sopesar qué sistema se utilizará para ello. Para tomar esta decisión hay que fijarse en varios puntos, para ver cual se adapta mejor a las necesidades reales de la empresa, como por ejemplo la implementación de la plataforma, ya que será uno de los momentos de mayor peso en la inversión total en la plataforma y permitirá ver el abanico de posibilidades que ofrece.

  • Lo primero de todo es valorar el coste en tiempo y dinero. Si lo que se busca es reducir los costes, debe tenerse en cuenta la inversión inicial, por lo que, si el software nos exige adquirir algún tipo de licencia, instalación en equipos físicos o de un hardware concreto, esto requerirá un mayor tiempo de implementación y con ello mayores costes. Si se opta por una solución cloud que permite trabajar sin que sea necesario ningún tipo de instalación, pudiendo acceder en cualquier momento y lugar, solo siendo necesario para ello un dispositivo móvil y una conexión a internet.
  • El segundo punto a tener en cuenta va relacionado con el anterior, ya que una plataforma que permite esa facilidad de implantación debe ser flexible, que se adapte de forma rápida a las necesidades que presente la empresa, permitiendo monitorizar y medir sin problema desde un único punto hasta tantos como pueda precisarse, tanto en una única localización o múltiples localizaciones, acompañando en todo momento el crecimiento de las organizaciones.
  • que se necesita que su instalación sea rápida y económica y que permita medir tantos puntos como se precise, tiene que ser flexible también a la hora de recoger los datos y las mediciones. La plataforma debe poder trabajar con cualquier dispositivo de medición, sea cual sea el fabricante o el protocolo que utilice. Esto permite implementar la plataforma aprovechando la instalación de telemedida con la que ya cuenta, eliminando costes del proceso de implementación y permitiendo así medir cualquier energía o variable que se quiera monitorizar y analizar.
  • Otro de los costes a tener en cuenta es el proceso de adaptación, ya que una nueva tecnología conlleva un proceso de aprendizaje. Así que, cuanto más pueda adaptarse la plataforma a la organización, más sencillo y rápido será integrarla, comenzar a trabajar con ella y ver los resultados. Esta posibilidad de personalización en acciones tan rutinarias como la generación de informes que sigan la estructura que ya utiliza la empresa, una prefactura, o crear los dashboard con la información visual y relevante para la gestión según las necesidades, permitirá que esta integración sea más ágil y rápida.
  • Además, es muy importante en todo este proceso el equipo humano que hay detrás de la plataforma. Contar con la ayuda de un grupo de profesional que proporcione formación y soporte para todas las necesidades que se planteen a lo largo de cualquier proceso de gestión energética dará un completo respaldo para cualquier acción. Además, si se trata de un sistema desarrollado integramente, permitirá que sigan evolucionándolo e incorporando mejoras que mejorarán la gestión del día a día.