Gestión Energética: ¿Por qué no?

Uno de las áreas que más importancia tiene hoy en día en la administración y dirección de una empresa es la gestión de sus recursos, pasando de los recursos materiales como insumos y materias primas, hasta el denominado recurso humano o capital humano, tomando el valor total de las personas que forman parte de una organización.

La gestión se puede definir como la suma de medidas planificadas y sistemáticas llevadas a cabo para satisfacer una demanda (interna o externa) requerida por los niveles de eficiencia y producción o servicio, con el menor gasto posible. Por tanto, comprende las actividades necesarias para obtener el mayor rendimiento sin disminuir el nivel de prestación del servicio o producto.

La gestión abarca todas las áreas de una empresa, involucrando el compromiso de todos, tanto de la gerencia como de todos los que trabajan en ella, con el objetivo común de buscar la eficiencia y ahorros.

Dicho esto, se desprende que la gestión de recursos se convierte en un elemento fundamental para la mayoría de las empresas que buscan obtener ventajas competitivas en un mercado cada día más especializado, amplio y con mayores participantes ya que una mejor gestión conlleva a un mejor control, y sobretodo mayor información respecto a cómo hacemos las cosas y cómo podemos mejorarlas para obtener beneficios, ya sean disminución de costos o aumentar la eficiencia, incluido el identificar aspectos relevantes de los procesos como puntos críticos o aquellos que requieren mayor atención.

Sin embargo, hay un elemento en toda organización que no se ha considerado al momento de gestionar los costos en cada empresa, y que hoy en día tiene una importancia gravitante considerando su precio ascendente y uso o implantación en ámbitos muy amplios. Equipos como motores, bombas, herramientas, computadores, equipos de climatización hasta los simples hervidores para el café de la mañana. Todos ellos son consumidores de un recurso o insumo cada día más costoso, y de mantenerse las condiciones actuales, incluso escaso: Energía.

Energía en su más amplia acepción. Entenderemos como energía todo aquel recurso utilizado para extraer, transformar y/o darle un uso industrial o económico. Por lo tanto, involucra a la energía eléctrica, agua, gas, diesel y cualquier otra fuente capaz de generar “energía”.

Si nos preocupamos por gestionar el costo de nuestros productos que involucran la mano de obra necesaria para producirlo, las materias primas y en general todo costo directo e indirecto para maximizar beneficios/minimizar costos ¿por qué no preocuparnos de un insumo que afecta tanto el costo directo como el indirecto de un producto?. En el caso de los servicios ocurre lo mismo, al cual se le puede imputar costos energéticos desde el consumo de los computadores hasta el gasto de combustible requerido para movilizarse.

Volviendo a la definición de la energía usada anteriormente, asociado al uso industrial o económico de producir un bien o un servicio, está el factor ambiental. La energía no sólo se usa

para producir un bien o servicio, también se utiliza para generar ambientes adecuados para que las personas que trabajan en la empresa dispongan del ambiente adecuado para ejercer su labor. Iluminación adecuada al puesto y función, temperatura cómoda para trabajar, ambiente limpio (ventilado, sin contaminación, etc.), servicios higiénicos, y en general cualquier beneficio que permita a las personas sentirse cómodas en su lugar de trabajo donde pasan una gran cantidad de horas.

Si consideramos como parte de la gestión, la gestión energética, deberíamos definirla la suma de medidas planificadas y sistemáticas llevadas a cabo para satisfacer la demanda energética requerida por los niveles de confort o de producción, con el menor gasto energético posible. Es, por tanto, una parte más de la gestión empresarial, que comprende las actividades necesarias para obtener el mayor rendimiento energético posible sin disminuir el nivel de prestación.